Memoria, Dignidad y Justicia

“La libertad aún no la tenemos, hay que luchar por ella”.


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4 de Marzo de 1976. Argentina es el único país de la parte sur de Sudamérica que no ha caído bajo las garras de la dictadura. Varios años antes, Bolivia y Chile veían pisoteada su democracia por la tiranía de unos dictadores Banzer y Pinochet, agrupados en una junta militar que llevaron a acallar las voces democráticas del pueblo. Paraguay llevaba años viviendo bajo las normas de un dictador llamado Stroessner y Perú bajo la mirada de Velasco Alvarado y volviendo la mirada más atrás Brasil, Nicaragua, República Dominicana, Guatemala y todos los países que fueron pisoteados por los que un día decidieron que ellos llevarían las guías de un pueblo que lo único que quería era libertad.


 


Argentina en este momento se suma a estos países y firma la página más lamentable de su historia. Una página que perdura en el recuerdo y en las heridas de gran parte de la población que se resigna a olvidar lo que sucedió. Un país que nunca pudo pensar que la dictadura que estaba viviendo en esos momentos iba a ser más cruel que todas las anteriores dictaduras pasadas, ya que la dictadura de Videla fue la que cerceno y separo a los argentinos en dos y con ello, desnutrió al país de una generación prospera en educación, cultura y económica. Fueron asesinados intelectuales, políticos, homosexuales, asesinatos por diferencias raciales y antisemitas, según las asociaciones de la CONADEP más de 30000 desaparecidos. Fueron arrancados de los brazos de las madres más de 500 niños de los que hoy todavía Las madres y abuelas de Plaza de Mayo luchan por darles una identidad.
Hoy en día Argentina lucha por abrirse un camino en el mundo y sobre todo lucha por no caer de nuevo en estos errores. Pelea por una democracia digna y  justa junto a toda Latinoamérica ya que sabe que esta vez ya no tiene el pie opresor bajo este continente.


Memoria, Dignidad y Justicia, eso es lo que se pide y se grita ya que no hay que olvidar la historia para no volver a repetirla y eso es lo que muchos otros países tienen que empezar a ver, que no podemos olvidar el pasado ya que este tiende a repetirse y como el caso argentino, cada vez más violento.


Otra situación que debemos tomar en cuenta es la lejanía con la que España y Argentina se tratan cuando ambos países han sufrido este tipo de humillaciones y que deberían ir de la mano para la mejora de la democracia y los derechos sociales que hoy en día por lo menos en mi país, España tanto se están atacando.
Quizá Europa tenga que mirar aunque sea un poco hacia este continente, y sobre todo España, por la unión Iberoamericana, Latinoamericana y por la unión de dos pueblos que tienen las mismas heridas.