Uyuni, desierto blanco

C
uenta la leyenda que hace mucho tiempo existían en estas tierras unos volcanes llamados Cuzco, Cosuña, Coracora, y Chillima y anualmente cruzaban las tierras para abastecerse para sustentar a sus familias

En uno de estos viajes, se cruzaron con Tunupa y el volcán Cosuña se enamoro de ella y llevaron a cabo una relación que dio como fruto el primer varón. Cuzco y Cosuña se enzarzaron en una pelea ya que este primero también estaba enamorado de la bella Tunupa que odiando las peleas les abandono y dejo a su hijo a manos del padre de Cosuña.

Coracora que no era ajeno a estos problemas aprovecho la situación para enamorar a Tunupa quedándose juntos ambos y alejándose de ellos llegaron a una lugar llamado Santura. Tunupa que aun era doncella lactante al no tener a su hijo tuvo que dejar manar la leche creando lo que hoy se conoce como Jyana Khota dejando poco a poco la marca de lo que hoy en día es el salar.

Las salinas dan forma muy peculiar al suelo


Poco después, Tunupa abandona a Coracora enamorándose de otro hombre Chillima habitante de esa región por lo que Coracora en acto de hombría lucha con Chillima a muerte pero Chillima tiene un pequeño cuchillo que se observa aún en el Salar en forma de Isla.

Coracora en justa derrota, deja caer las lágrimas proporcionando al Salar su ambiente salino que hoy en día es el sustento de muchos habitantes de la región.

Grandeza del Salar de Uyuni



Esta es una de las tantas leyendas que envuelven Bolivia y sobre todo la región andina y que hacen que los turistas se deleiten es los viajes a estas zonas.

Ruinas

Uyuni, fundada en 1889 bajo la presidencia de Aniceto Arce es una población del Departamento de Potosí y como tantas poblaciones de esta zona está muy ligada a la minería ya que por aquí cruza la vía férrea que llevaba minerales desde las minas de Pulacayo y Huanchanca hasta las costas Chilenas de Antofagasta por lo que gran parte de la población vivía del ferrocarril en todos sus ámbitos.

Esqueletos de trenes



Este es un punto obligado para todos los turistas que desean viajar a Bolivia ya que es un lugar histórico y es el pueblo que duerme a los pies del Salar más grande del mundo.

Uyuni no se caracteriza precisamente por su belleza sino mas bien por su explotación salina ya que aunque el pueblo es un lugar turístico, peca igual que casi toda Bolivia de una pobreza marcada y quizá es un lugar que aunque acoge a 60000 turistas todos los años, no esta tan preparada para el desarrollo turísticos aunque eso sí, es una obligación venir a este sitio.


El tour que se puede elegir es de tres días o de un día, y yo a falta de tiempo solo pude hacer el tour de un día que da para visitar el Salar y antes de esto la visita al Cementerio de Trenes.


Paisaje bucólico


Esta es una zona que sirve para el abandono desde la década de los 50 de trenes que eran traccionados por combustible fósil y deja paisajes bucólicos y ciertamente sorprendentes.



Panoramica del Cementerio de Trenes


Después de la visita  al Cementerio, ponemos rumbo al Salar de Uyuni, lugar sorprendente donde pisamos un desierto de sal que la población de Uyuni explota para su desarrollo en pequeñas cooperativas privadas y en el proceso vemos como almacenas en pequeños conos la sal que luego transportan hasta la procesadora.

Conos de Sal
Majestuoso Salar

En medio del Salar, encontramos un pequeño hotel hecho de piedras de Sal que solo es capaz de albergar a 9 personas. Antiguamente había 5 hoteles similares pero al notar el aumento de la contaminación producida por los turistas se decidió dejar solo uno.



Hotel de Sal
Junto al Hotel se encuentra un gran Hito en el que los visitantes dejan sus banderas a modo de recuerdo de su paso quizá esperando que algún día convivan todas las banderas de todos los rincones del mundo.

banderas ondeando


Y aquí se termina el viaje al Salar de Uyuni, con las retinas quemadas del reflejo del puro blanco y con la imagen en la cabeza de Butch Cassydi recorriendo este desierto huyendo de los pistoleros en BlackThorn o pensando que pueda aparecer en una esquina Linda Miski Simi de la novela Los Andes no creen en Dios de Adolfo Costa Du Rels ya que tanto ha servido este paraje a la inspiración popular el internacional para crear preciosas historias.


Ahora vuelta a La Blanca Sucre, la ciudad de los los 4 nombres, la dulce Sucre...mil nombres para esta Colonial Ciudad inspiradora y sobre todo Capital Constitucional de Bolivia



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