“La democracia es la menos mala de los sistemas políticos”
W. Churchill
E
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n 1983 y después de una dolorosa derrota contra el
Gobierno de Inglaterra en la pugna por las Islas Malvinas Argentina cerro un
capitulo doloroso y cruel de 7 años bajo una fuerte Dictadura Militar
encabezada por el Militar Jorge Rafael Videla en lo que llamo Proceso de Reorganización
Nacional
7 años de torturas y desapariciones, de fuertes movilizaciones
sociales que claramente han marcado el carácter argentino de las generaciones
siguientes y que conforma una herida más de las cientos que tiene este país.
30 años después Argentina quiere mirar al futuro pero sin
olvidar el pasado pese a encontrarse trabas en el camino.30 años de diversos
Gobiernos y distintos problemas sociales con leyes a gusto de unos y disgusto
de otros, con altos y bajos en la economía en leyes sociales en libertades en
crecimiento…
Argentina es un país próspero, un país con un suelo
fértil, con unas entrañas llenas de oro negro y recursos para competir con
otros países en igualdad de condiciones pero con esa piedra a cuestas que arrastra
más de 30 años.
Los argentinos piensan que las crisis aquí son más
cíclicas que en otros países que cada 10 años ocurre algo que tira por tierra
todos los beneficios que se han ido adquiriendo paso a paso. En 1983 llega la
Democracia y en 1989 Argentina sufre la mayor hiperinflación que se ha llevado
a cabo en este país donde se destruyeron puestos de trabajo y se generaron
colas inmensas de estas masas en busca de un nuevo puesto de trabajo.
Quizá por esto algo que me sorprende de la sociedad
argentina es que cada persona no se ha especializado en una cosa sino que “pega
varios palos”. Hace poco un hombre me contaba que había sido pescadero, carnicero,
camionero y mecánico. Hoy en día le tenía llevando una cuadrilla de varios
tipos en una gran obra de ingeniería.
El fin de la hiperinflación y el nuevo gobierno de Menem
puso en boca una medida tildada como la gran mentira de 1 a 1. Dolarizar la
economía en la sombra.1 dólar 1 peso y así Argentina dio por el momento los
pasos hacia delante de lo que se pensaba era el gran desarrollo y el Estado del
Bienestar.
No era raro ver a los argentinos viajando por la vieja
Europa gastando dinero sin parar ya que en esos momentos gozaban de una
economía envidiable y muchos negocios era fructíferos sobre todo en el ámbito
privado debido a las fastuosas ayudas neoliberales que dio el entonces
presidente Carlos Menem.
Pero no es oro todo lo que reluce. Poco después, en el
2001 Argentina termino con la resaca de dólares que había malgastado el
Gobierno y volvió a engordar las listas de paro y no solo eso, los argentinos
vieron mermados sus niveles de vida y empezar de cero de nuevo.
Tiempos convulsos para una Argentina que seguía con la
riqueza bajo los pies, bajo las piedras y que quizá estaban en un proceso ya en
no creer nada de nadie y menos de los políticos y de la clase empresarial que
lastran al país año tras años a un camino como una montaña rusa de dudas e incertidumbre.
Este camino fangoso se refleja en los años siguientes al llamado “Corralito”
donde los bancos quebraron y un presidente tuvo que salir en helicóptero sobre
una turba descontrolada que pedían nada más y nada menos que algo tan básico como
sus derechos.
En los siguientes 10 años, la década ganada o la década perdida,
para gustos de uno y disgustos pero Argentina sigue siendo un país con trabajo,
con futuro, con una posibilidad de que si se lo creen los argentinos pueden
desarrollarse mejor. La clase baja media sigue ascendiendo, la clase alta sigue
criticando ciertos puntos del modelo político establecido.
Argentina y su democracia, democracia ante todo aunque
algunos piensen que aún se vive en una dictadura que nunca vivieron y que pese
a todo, sigue abriendo sus puertas a todo el mundo que quiera venir a vivir aquí.
Más difícil o más fácil pero Argentina te brinda la posibilidad de
desarrollarte y crecer, esta es la democracia que tenemos todos.
Esperamos que sean muchos años más, que sean años mejores
más estables y que como dice a las puertas del Congreso, los argentinos están abocados
a vivir en paz y felicidad.
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