Tercer viaje a Bolivia


            Siempre que venga a Bolivia en un futuro,visitaré Ravelo ya que esta pequeña población representa para mí el comienzo de un cambio en mi vida, representa el primer escalón de una nueva escalera en la que actualmente me encuentro subiendo.
Ravelo es un pequeño pueblo de la provincia de Chayanta en Potosí, Bolivia y este año más que nunca tenía que ser un destino obligatorio ya que ahora soy padrino de una niña de aquí, a la que su madre confió en mi para darme el honor de apadrinarla y como buen padrino quise hacerla algún regalito y así poder  ver la sonrisa de la pequeña Ingrid.


Ingrid tiene un añito y medio aunque esta enorme para su edad y es bastante risueña. Se está educando con parte de cultura quechua también ya que por un lado le cuida la madre y por otro su tía, siendo esta ultima la que le habla en idioma quechua.
En estos sitios la educación infantil es bastante diferente que quizá en sitios más occidentales. Como costumbre las madres tienen a dejar bastante solos a los niños de tal manera que no tienen lazos tan afectivos con los padres y se nota en que son sociables con todo el mundo al que se acerca. Como todo tiene sus ventajas y desventajas.


Como cada Febrero, Ravelo se está preparando para el Carnaval o Pucara y se anima bastante siendo además un pueblo cercano a Sucre, cantidad que emigro del campo a la ciudad vuelve a Ravelo a celebrar y Ch’allar con la familia y con los amigos y yo una vez mas y ya van tres fui invitado por mis compañeros del IPTK (Instituto Politécnico Tomas Katari) para celebrar esta fiesta ya que aquí en Bolivia es la fiesta más importante del año.




Decoran los autos para el carnaval


Otro mas con adornos típicos

Esta vez el menú vario algo al habitual y descubrí una nueva forma que tienen aquí de cocinar llamada Panpaku y es un horno rustico sellado con barro donde en el colocamos chorizos (chuquisaqueños) y pollo y realmente si la pinta es buena el sabor es mejor. Delicioso.
Más tarde fuimos a Ch’allar o bendecir propiedades que tiene la Institución como una granja llamada Haypapampa a las afueras del pueblo y allá nos fuimos todos incluido Donald.



 



Donald es un tipo peculiar, realmente no se que hace allí pero se trata de un hombre de unos sesentaytantos años, escocés que el año pasado se presento en la institución con el ánimo de ayudar y según parece con ganas de montar una fundación de ayuda al ámbito rural. Lo curioso es que se presento con parte del atuendo típico escocés, bueno realmente solo la boina ya que quería ir poco a poco mostrando su cultura ya que como dijo, una vez salió a la calle con la chaqueta y la famosa Kilt y todos los niños se quedaron sorprendidos por lo que quiere ir poco a poco para mostrar su traje entero. Ah, se me olvidaba decir que a Donald el Ravelo le llaman Donato.

 

Esta vez mi visita fue muy corta, quizá solo dos días pero basta para recordar y saber que aquí me aprecian también, que se acuerdan del trabajo y de los buenos momentos que pasamos y sobre todos que era buen compañero de trago.
Siempre quedara el recuerdo de hace dos años y mi estancia en estos lugares para realizar mi proyecto, y siempre quedan las ganas de volver aquí y charlar con un poco de Chicha y quizá también de resolver el mundo por medio de palabras y también de saber que aunque tenga pocos bienes materiales, hay gente que tiene menos y que aun así son felices y viven para sacar adelante familias enteras y solo por el hecho de que ayudar sienta bien y ver prosperar su país es bastante más aliciente que quedarse sentado rodeado de lujos y con la queja como palabra.

A continuación dejo unas fotos más










Ahora continuaré mi viaje con la visita que mas deseo. El maravilloso Salar de Uyuni en Potosí

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