Mundo patas arriba

… Pero el pueblo no dejó nunca de alzar la bandera de la liberación, la clase obrera no dejó nunca de rebelarse contra la injusticia. Rodolfo Walsh


L
a escuela del mundo al revés es la más democrática de las instituciones educativas. No exige examen de admisión, no cobra matricula y gratuitamente dicta sus cursos, a todos y en todas partes, así en la tierra como en el cielo. Por algo es hija del sistema que ha conquistado, por primera vez en toda la historia de la humanidad, el poder universal.

En la escuela del mundo al revés, el plomo aprender a flotar y el corcho a hundirse. Las víboras aprender a volar y las nubles aprender a arrastrarse por los caminos
El mundo al revés premia al revés: desprecia la honestidad, castiga el trabajo, recompensa la falta de escrúpulos y alimenta el canibalismo. Sus maestros calumnian a la naturaleza: la injusticia dicen, es ley natural.

Eduardo Galeano. Eduardo Galeano. Patas arriba: Escuela del mundo al revés




Eduardo Galeano para mí ha sido el gran descubrimiento desde que llegue a América Latina, es lo que siempre busque en la literatura periodística.
Cuando escribió estas frases quizá dio un paso adelante al mundo para ver qué es lo que sucedería años mas tarde o simplemente vio lo que otros no vieron o nunca se pararon a pensar. El mundo camina de espaldas.

El trabajador honesto apenas llega a fin de mes, la mujer en países civilizados va perdiendo su igualdad, niños que siguen trabajando por obligación y no por necesidad, viendo mermados sus sueños de desarrollo educativo, mientras, el estafador, el usurero trepa por las ramas de la corrupción hasta quedar impune en la copa más alta vigilando si hay alguien a su acecho de sus acciones para volcar sobre el todo el poder que ha moldeado para hacer la ley a su gusto.


Abajo en las raíces nos encontramos, mirando con ira o con envidia lo alto del árbol, sin saber que queremos, si derribarlo o escalar su tronco. Unos lo intentan bajo las miradas tímidas acusadoras de los de abajo, pero el miedo o la duda les hacen caer. Otros son ayudados por los que están arriba, tendiendo cuerdas o escaleras para de alguna manera hacerse más fuertes arriban y esperar mirando como el árbol crece y se aleja de los espectadores. Otros protagonista piensan que lo mejor es derribar el árbol, ese y todos los de alrededor y empezar a sembrar de cero un vergel mucho mas sustentable pero para ello, hay que esforzarse y actuar.

Estamos cómodos abajo en el fondo, sacando por nuestras bocas la ira y la rabia convencidas que si llega el cambio es porque hemos actuado y no es así.

Volviendo al mundo al revés, gana el que pierde pero pierde el que gana, honor implica deshonra y legal implica corrupción el suelo es el techo y en el techo no están los buenos…sino los malos que además se alejan y se ríen de nosotros. El trabajo no te da bienestar o por lo menos no el bienestar proporcional y cada vez vemos más limitado o más incierto nuestro futuro. En el mundo al revés ser joven cualificado e independiente es sinónimo de fracaso y de exilio o de “movilidad exterior” mientras los que viven con las facilidades parentales llegan a los puestos pretendidos.

Una divagación loca derivada de un libro de Galeano me ha hecho comentar esta situación en la que positivamente saco en conclusión que el sufrimiento será éxito y que debemos empezar a dar vueltas al mundo para intentar que todos los caminos nos lleven a la misma meta. Menos injusticia menos desigualdad.



                                

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